Voy caminando esta noche rumbo
a casa, a la distancia veo venir a un joven en una motocicleta, por la soledad
de la calle. Las luces led de su motocicleta, al aproximarse miro una cara
desencajada, uno ojos desorbitados y un color rojo. Escapa de mi vista, pero su
imagen queda presente en mi memoria. Con la velocidad que lleva no alcanza a
frenar en la esquina del cruce de calles, se estampa ante un automóvil tipo familiar, a un costado en la puerta, y este sale disparado el joven rumbo al asfalto de la calle. En
cuanto tienta el pavimento, se levanta. Comienza a verse las manos y brazos,
dice no sentir nada. Pero, su ropa se ve casi toda rota. Muestra sus raspones a
una señora que sale de su casa al escuchar el golpe. Recoge su motocicleta, la
enciende y sin mostrar dolor se retira. Voy caminando en silencio sin parar.
Todo parecido con la realidad
es mera coincidencia.
C. Jorge Flores Peiro.
Cronista Adjunto de la
Sindicatura de Pericos.
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